Hace pocas semanas se inauguró Chauvin Centro de Creación, un espacio que promete convertirse en un nuevo polo cultural para la ciudad. En su propuesta se destacan las salas de microteatro, donde se montan obras de corta duración, en espacios reducidos y que cada mes giran alrededor de una temática.
Este formato teatral, hasta ahora inédito en la ciudad, nació y se popularizó en Europa. En esta nota compartimos la experiencia en primera persona disfrutando una noche de microteatro.
Obras mínimas alrededor de un tema común
Durante junio, Chauvin propone el dinero como temática de reflexión a través de 6 obras distintas. Además de coincidir en la temática central, todas tienen la misma duración acotada: apenas 15 minutos.
En nuestro caso, después de investigar las opciones disponibles elegimos ver “El grifo de los 5 millones de euros” y “Ahorrar, temer, partir”. Lo que más nos intrigaba era cómo se desarrollarían las tramas en escasos 15 minutos.
Un detalle de la propuesta microteatral de Chauvin es que se permite ingresar a la sala con una bebida, en caso de haber pasado previamente por el restaurante o el bar del lugar. También nos sorprendió que previo a ingresar a la sala, los asistentes deben esperar en una recepción o antesala separada, lo que envuelve a la experiencia en una nueva capa de intriga y misterio.
“El grifo de los 5 millones de dólares” transcurre en una acotada escenografía y con apenas dos actores. La trama gira en torno a una banda de ladrones que tiene el dato de que una millonaria obra de arte cuelga en el living de un joven adinerado. Mientras uno espera fuera del domicilio, la otra es la encargada de entrar por el botín. Sin embargo, sus planes se ven frustrados y el robo tomará nuevos rumbos.
Por su parte, “Ahorrar, temer, partir” es un diálogo variopinto, veloz y trasnochado entre una pareja donde un presunto espíritu ecologista encubre la incertidumbre del presente y del futuro, el inconformismo y las tensiones propias de cualquier pareja. Esta comedia dramática oscila en pocos minutos de la risa a la melancolía, de la complicidad a los reproches.
Las obras cumplieron con lo que prometían: ser reflexiones breves, entretenidas, por momentos vertiginosas sobre el tema del dinero desde diferentes ópticas y argumentos. Si tuviera que definir el microteatro en una palabra diría que es accesible: porque tiene entradas económicas (hoy en Chauvín se paga $500 por función); la duración acotada asegura la atención y los argumentos son “aptos para todo público”, desde experimentados espectadores hasta neófitos del teatro.
Desde de Madrid hasta Mar del Plata: el microteatro desembarca en la ciudad
En 2009 nació este formato teatral con gran éxito en la capital española y luego en otras ciudades de Europa. En Argentina, no fue hasta 2017 que nació el primer espacio en Buenos Aires dedicado a presentar obras “en envase chico”. La expansión por otras ciudades del país fue inevitable, y ahora también el microteatro está en Mar del Plata de la mano de Chauvin.
El principal eje de la propuesta del microteatro es favorecer la conexión entre público y artistas. Y a su vez, atraer a personas que no gustan del teatro tradicional, en un intento por democratizarlo a través de un formato más amigable.
Autor foto de portada: Juliana Monacchi.
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