Los alfajores marplatenses siguen ganando protagonismo dentro de la oferta nacional. Los hay muchos, muy variados y de excelente calidad, tal como lo confirmó el premio a mejor alfajor del mundo que obtuvo la marca Milagros del Cielo en el reciente Mundial del Alfajor.
Mariano López es una especie de embajador de los alfajores marplatenses: desde 2019 se dedica a probarlos, reseñarlos y revelar sus curiosidades y secretos a través de Instagram. Además, fue uno de los 12 especialistas convocados para probar los 350 alfajores participantes en el Mundial. En esta nota, Mariano nos cuenta sobre este hobbie que comenzó con recuerdos y sabores de infancia.
¿Cómo y cuándo fue que se te ocurrió difundir la oferta de alfajores marplatenses en Instagram?
“La idea surgió en 2019 luego de una charla con mi hermano, en la que recordábamos una golosina marplatense llamada Marmelita, fabricada por una desaparecida marca de alfajores local y de la que no había casi información en Internet. Como los dos somos periodistas pensamos que alguien tenía que escribir la historia de los alfajores marplatenses antes de que quedara en el olvido. “Tenés que ser vos”, me dijo. Y fue así que abrí mi cuenta de Instagram @alfajoresmarplatenses para darme a conocer.”
¿Cuáles consideras que fueron los principales hitos a lo largo de ese camino?
“El primero fue haberme cruzado casi de casualidad con el alfajor Semilia de Havanna el día del lanzamiento. Subí una imagen comiendo el alfajor en mis redes y Facundo Calabró, que entonces ya era conocido como “el Catador de Alfajores”, lo compartió en sus redes. Fue así que empecé a creer que había gente interesada en los alfajores locales.
Luego, en la investigación del libro y en la búsqueda de alfajores marplatenses fueron apareciendo historias de diferentes familias, casi siempre de inmigrantes o hijos de inmigrantes que fueron crearon cada una de las marcas.”
Sobre la escritura e investigación de ese libro, Mariano cuenta que surgió en paralelo a abrir la cuenta de Instagram, y durante la pandemia avanzó en forma de entrevistas telefónicas y por Zoom. Es un proyecto ambicioso, y si bien aún no tiene editorial para publicarlo, Mariano sueña con lanzarlo durante el Mundial del Alfajor del año que viene.
Y si hablamos de las familias detrás de algunos emprendimientos alfajoreros, es imposible no hallar rastros de italianidad. Mariano cita el ejemplo de Malfatti, cuya fábrica está ubicada en pleno Puerto. Y más atrás en el tiempo, los alfajores Miami, de los mismos fabricantes de Marmelita, eran producidos por italianos de marcado acento.
¿Encontrás características específicas en los alfajores marplatenses respecto de la producción artesanal de otras regiones del país?
“Cuando arranqué, en Mar del Plata se tenía un concepto bastante conservador y tradicional de la producción de alfajores. Casi todo era seguir la línea de Havanna y transitar caminos parecidos. En cambio, en las ciudades vecinas se animaban más a cosas nuevas, como es el caso de los alfajores con cerveza de Dulce Cobo (las hermanas que los producen son de Mar del Plata).
Por suerte esa concepción original de los alfajores marplatenses ha ido cambiando y aparecieron nuevos emprendimientos que tratan de romper un poco el molde e innovar en sabores, formas y rellenos.”
¿Cómo ves a la industria local en la actualidad? ¿Tiene potencial para seguir creciendo, sumar nuevos competidores y expandiéndose a nivel nacional e internacional? ¿Qué particularidades crees que hacen que Mar del Plata sea un polo de producción de alfajores cada vez más importante?
“Mar del Plata cuenta con la ventaja de tener una historia asociada a los alfajores desde siempre. De alguna manera vos pensás en la ciudad y la asociás con el verano, los recuerdos, la infancia y los alfajores.
Havanna tuvo y tiene mucho que ver con esto ya que impusó la fórmula del alfajor marplatense, que es el de dulce de leche bañado con chocolate o con merengue italiano. Pero en una época también tenían muchísima impronta Balcarce y Trassens (una sigue existiendo y la otra renació como marca pero en Buenos Aires y sin ninguna relación a los productos que se hacían en Mar del Plata hasta 1998). Eso, sumado a que otra empresa local como Milagros del Cielo ganó el Mundial del Alfajor con un producto muy distinto al clásico y con un relleno de mousse al licor vuelve a ponernos en un lugar central dentro de la escena de los alfajores. Aunque ya lo tenemos desde siempre: un edificio de 39 pisos frente al mar y con una publicidad gigante de alfajores en la terraza solo existe acá.
Al ser la ciudad turística más importante del país creo que la producción de alfajores puede seguir creciendo y sumando nuevos actores a los que ya existen, que son muchos. En cuanto a la posibilidad de expansión nacional e internacional, dependerá de las empresas y del apoyo que tengan pero el potencial es enorme.”
La inolvidable experiencia del Mundial
Mariano cuenta que como en principio iban a participar solo 50 variedades contaban con un jurado reducido; cuando ese número escaló a 350, tuvieron que ampliar a 12 integrantes y ahí fue que lo convocaron.
El rol del jurado era probar y calificar a cada alfajor; previamente debieron capacitarse con una ingeniera en alimentos para aprender a valorarlos de acuerdo a su categoría. Mariano reconoce que fue una gran experiencia por la enorme repercusión que tuvo y por la posibilidad de conocer mucha gente de ámbitos diversos, pero también fue desafiante. “Teníamos poco tiempo para probar muchos alfajores, por momentos fue extenuante además de una enorme responsabilidad.”
Contanos de vos, ¿vivís de esta actividad o es más un hobbie? ¿Siempre fuiste fanático de los alfajores? ¿Te capacitaste formalmente para “catar alfajores” o sos autodidacta?
“Yo soy Licenciado en Comunicación Social y profesor, trabajo dando clases en escuelas secundarias. En su tiempo fui periodista pero me dedicaba a los policiales. Esto de los alfajores es un hobbie, además del libro que estoy armando. Me da la posibilidad de escribir, que es la actividad que siempre me gustó dentro del periodismo.
Fanático de los alfajores fui desde siempre, como casi todo niño argentino. Pero tenía la ventaja de vivir cerca de una de las viejas fábricas de Havanna y sentir el aroma que salía a la calle. Incluso tuvimos un kiosco familiar durante muchos años y eso me llevó a probar cuanto alfajor y golosina existiera. De alguna manera me hice experto en alfajores a partir de probar variedades toda mi vida.”
Finalmente, ¿cuáles son los alfajores marplatenses que más recomendás probar?
“Para alguien que nunca probó ninguno diría que empiece por los Havanna. Pero después hay una variedad de marcas y estilos increíbles. Una selección rápida no puede obviar a los Balcarce de frutilla y los de nuez, los Trufles artesanales que son de lo más rico que hay, los de El Original de canela, los Malfatti, Bristol y sin dudas no podés evitar probar los de Milagros del Cielo que fueron elegidos como los mejores del primer mundial. Y la lista solo la hice con los primeros que se me vinieron a la cabeza…”
Autor foto de portada: Mariano López.
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