Reconstruir MDP: por una ciudad más sustentable

En los primeros meses de la pandemia, Mario Godas y su familia dieron un paso más allá en el cuidado del ambiente. Su compromiso por reducir el consumo y desecho de plásticos los llevó a organizar un proyecto solidario y voluntario que integrara a toda la ciudadanía. Lo bautizaron Reconstruir MDP y hace unos días celebraron un hito: la colocación de un “botellómetro” para que los vecinos puedan dejar sus plásticos comprimidos en “ecobotellas“.
Mario y su familia tienen claro su objetivo: dejar un mundo más sustentable a las generaciones venideras. Para eso, diseñaron un modelo colaborativo y sin fines de lucro basado en los principios de la Economía Circular, para que los desechos se conviertan en materia prima con un nuevo uso.

“Los plásticos no contaminan: la mala conducta de las personas lo hace”

Cuando empezó a darle forma a su inquietud, la familia Godas concluyó que el primer paso era reunir plásticos limpios y secos para fundirlos y reconvertirlos en madera plástica. Su objetivo sería crear objetos de uso público a partir de ese plástico reciclado, como una forma de devolver a la ciudadanía lo que ella ayudaría a alcanzar con el compromiso de cada uno “en su metro cuadrado”.
Actualmente Reconstruir MDP cuenta con 24 puntos verdes adonde los vecinos pueden llevar sus ecobotellas, que luego serán retiradas por los voluntarios y acopiadas en un depósito. Luego se trasladan a un taller protegido municipal, donde las botellas se desarman y los plásticos se clasifican de acuerdo a su tipo. Mario destaca el asesoramiento técnico del CONICET para determinar las mezclas y temperaturas de fundición adecuadas para lograr la nueva materia prima.
Si bien aún no cuentan con maquinarias propias para la confección de nuevos objetos, están cada vez más cerca de alcanzar el gran objetivo. Mario sueña con poblar la ciudad de bancos de plaza, maceteros, garitas de colectivo, juegos de niños, estructuras de carpas y postes hechos de material 100% reciclado, del cual destacada sus múltiples propiedades.
“La madera plástica no se oxida ni se pudre, por lo que es ideal para emplazar pese al clima hostil o la erosión costera. Tiene una vida útil superior a los cien años. Es un material con propiedades acústicas y térmicas que reemplaza a la madera y por lo tanto evitaría la tala de árboles.”

Distintas instituciones y empresas adhieren a Reconstruir MDP

En su página web, los interesados en colaborar pueden inscribirse como puntos verdes y voluntarios, o donar bolsones de construcción para acopiar ecobotellas. La acción más simple y de impacto que está al alcance de todos es la confección de una ecobotella, siguiendo las recomendaciones de Mario y su equipo. “Los plásticos limpios y secos se introducen en una botella, bidón o envase de shampoo y se comprimen lo más posible para aprovechar el espacio. Una vez lleno, se tapa para evitar la humedad y el polvo.” También recolectan tapitas plásticas de gaseosas y similares para fundir y reciclar.
Hace pocas semanas Reconstruir MDP, en colaboración con la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Cámara del Plástico y la agrupación empresarial FortaleceRSE colocó un dispositivo que denominaron botellómetro, para acopiar ecobotellas en la vía pública. Se colocó dentro del predio de un Paseo de Compras en la entrada de Mar del Plata. Mario se ilusiona con poder instalar otros en el mediano plazo en distintos puntos de la ciudad. Mientras tanto, trabaja para ampliar la red de puntos verdes, muchos de los cuales son pequeños comercios de barrio que adhieren a la iniciativa sustentable.
Destaca especialmente la colaboración de la Universidad pública local en la confección y distribución de dispositivos pedagógicos para docentes de distintos niveles. A través de ellos, el objetivo es enseñar a niños y jóvenes a confeccionar ecobotellas en sus casas.

El compromiso diario y personal es la clave para “reconstruir nuestra ciudad”

Aún antes de la separación de plásticos, Mario asegura que podemos colaborar con la causa fomentando la conciencia sobre lo que compramos. Según él, es un buen ejercicio pensar cómo canalizar el desecho que ese objeto provocará. “Si compramos alimentos orgánicos, comprometernos con la realización de compostaje casero; cuando consumimos plásticos, pensar dónde vamos a disponerlos para su reciclado; o si un objeto funciona con pilas alcalinas, dónde conviene desecharlas”.
También destaca de esta iniciativa la generación de empleo entre quienes colaboran en la separación de plásticos y en la confección de nuevos objetos. La buena acogida de la iniciativa en la sociedad marplatense permite ilusionarse con lograr el objetivo de “reconstruir a partir de reciclar”.

Autor foto de portada: Mario Godas.