“Salerno es la tierra mítica”. La que una vez presenció los horrores de la guerra, como tantas otras, y la que muchos tiempo después convoca, auspicia el retorno de los que alguna vez debió expulsar. Es “el viaje de vuelta a la semilla”.
Esta cita y la anterior corresponden a Bibiana Ricciardi, escritora, dramaturga y documentalista que se sintió interpelada por el llamado de Salerno, la tierra de su padre.
A tal punto se vio envuelta que emprendió un viaje familiar y ya nada volvió a ser igual. A la vuelta decidió a encarar un proyecto artístico con un único norte claro: el de contar la historia de ese viaje y del exilio de su padre; en definitiva, su propia historia vital, y (sin querer queriendo) interpelar a otros con vivencias similares.
Un posteo en Facebook durante ese viaje trascendental y horas de videos grabados con el celular junto a Alfonso, padre, abuelo y el tercer protagonista de este biodrama, fueron el punto de partida de Salerno.
A su vuelta, Bibiana dio forma a la idea y junto a su amigo y colega Luciano Olivera en la dirección y su hija adolescente Chiara como coprotagonista, decidió poner el cuerpo y recrear la vivencia.
Sobre Salerno (la obra)
Salerno es breve pero conmovedora, con escasos elementos que interactuan en los momentos justos. La famosa canción napolitana “O sole mio”, plumas que caen y flotan en el ambiente (y que al final de la obra Alfonso devela su simbolismo de forma entrañable) y proyecciones evocando la travesía crean “el clima”. La espontaneidad de Bibiana y Chiara para contar su historia y rememorar su viaje hacen el resto. Y todo eso basta.
Salerno habla de los vínculos, del desarraigo y de una historia a la que años después una familia le quita el velo para mirarla de frente y pararse frente a la vida de otro modo.
Habla de Italia y de lo movilizador que puede resultar un viaje; del valor de los instantes compartidos con los seres queridos y de la capacidad de los recuerdos de sacudirnos y conmovernos más allá del tiempo transcurrido.
Bibiana Ricciardi: autora, protagonista y mentora
Con su participación actoral en Salerno, Bibiana suma una faceta más a su ya diversa y prolífica carrera. Además de ser una reconocida escritora, realizadora y dramaturga, colabora con distintos medios periodísticos, dicta talleres individuales y grupales de escritura, es docente universitaria y desde que Salerno vio la luz, actriz y protagonista de su propio biodrama.
Desde hace un tiempo, su vida y su trabajo se dividen entre Buenos y Mar del Plata, ciudades en donde tiene y genera nuevos proyectos más que interesantes. Tal es así que Salerno nació en Italia, se materializó en Buenos Aires y se trasladó a Mar del Plata durante la temporada de verano 2018.
El último verano también se realizó en Mar del Sur, una pequeña localidad a unos 40 kilómetros de Mar del Plata, durante un festival de teatro.
Hacer Salerno es hablar de su propia vida, por lo que Bibiana ansía continuar mostrándola allí donde quieran recibirla.
Conociendo Salerno de la mano de Bibiana
Con la generosidad que la caracteriza, Bibiana accedió a contestar algunas preguntas para completar el círculo y conocer Salerno desde su propia óptica.
¿Qué te movió a escribir y protagonizar Salerno?
“La vida misma. Mi papá nació en Salerno y yo demoré toda una vida en conocer su tierra. Llegar por fin al lugar mítico fue tan fuerte que no pude evitar transformar la experiencia en otra cosa”.
¿Qué quisiste mostrar al contar la historia de tu padre y sus orígenes, el vínculo con tu hija y ese viaje entrañable que describen?
“La obra habla de los vínculos de los hijos y sus padres. Yo como hija y como madre, la vida que gira como una rueda y continua generación tras generación. Y mis ancestros están en Italia, un país que mi padre no me enseñó de chica. Escapó del hambre de la posguerra, tenía sólo doce años, no trajo grandes recuerdos. Le llevó varias décadas amigarse con su país de origen. Y cuando lo hizo se enamoró.
Ahora cada vez que puede se escapa a su Italia. Era importante para entenderlo a él y a mí misma, para perdonar su exigencia extrema y la severidad con la que me crió, conocer su historia. Saber cuánto le había costado a él y a los suyos sobrevivir en situaciones tan adversas”.
¿Cómo es tu relación con Italia y tus raíces?
“La relación es antes y después de la obra. Haber escrito y protagonizado Salerno es mi “‘carta ciudadana'”.
¿Cuáles son tus ciudades, lugares o paseos favoritos en Italia?
“Hace muy poco estuve en Florencia y en Venecia. Debo confesar que dejé mi alma allá y aún no la he recuperado. A raíz de ese viaje escribí un artículo en revista Brando, pero en pocas palabras podría decir que volví impactada”.
¿Ves similitudes entre la idiosincrasia italiana y argentina? ¿Y algo que te llame la atención por lo diferente?
“Yo creo que nosotros, argentinos y descendientes, somos italianos con menos tiempo por delante. Vivimos mucho más apurados pero en esencia tenemos el mismo estilo”.
