Mar del Plata es considerada como la ciudad del skate debido a su cantidad y calidad de skaters y skateparks. En La Feliz surgieron algunos de los mejores patinadores de Argentina, no solo en la actualidad, sino también en el pasado. Es un movimiento cultural que surgió en los 50’ en Estados Unidos, se expandió, llegó a nuestro país y se implantó como un arte.
Así se ha visto en Milton Martínez, Pablo “Tatú” Martínez, Sandro Moral, Marcelo “El Moska” Bejanele, Matías Dell Olio, entre muchos otros que llevan al skate en su vida cotidiana. Aproximadamente desde los 80’ que se representa al movimiento en la ciudad. En un principio solo se patinaba por diversión y con el tiempo y la masificación, esto se fue profesionalizando y paso a considerarse un deporte.
Inicios del movimiento de skaters
Tatú Martínez, quien lleva más de 40 años practicando el deporte, nota la diferencia con respecto a cuándo él empezó. Así lo explica: “en un principio cuando yo arranqué a patinar en los 80’, no te imaginabas que ibas a poder vivir del skate”. En esos tiempos también empezaron a aparecer las marcas nacionales. Ellas “comenzaron a patrocinar y pagarle a chicos, aunque no muchas, ya que son pocos los que pueden vivir 100% de esto”.
Hoy en día “tengo la suerte de vivir del skate” afirmó Martínez, como muchos chicos más que participan en competencias internacionales y corren para marcas de afuera, “creo que dejó de ser un deporte y llegó a ser un fenómeno social, más en nuestro país, es algo que creció demasiado”.
A pesar de todos estos aspectos positivos, hay que recalcar que el patinar en Mar del Plata siempre ha sido un punto de crítica. “En un principio nadie lo veía con buenos ojos”, expresó Tatú. “Antes eras un tonto con una patineta, no te veían con buena cara”, recordó enojado. Al ser un deporte callejero, “te tildaban de vago”, hoy el movimiento “es más fuerte que cualquier mirada negativa”.
Skate: moda o realidad
El skate es un fenómeno que pasó por distintas modas, pero a pesar de eso, ha perdurado y ha sumado nuevos skaters a la movida. Gracias a la cantidad de personas que practican el deporte en la ciudad, la demanda también creció y se llegó a construir “La Bristol”, el skatepark más grande de Mar del Plata.
En la última década se dieron construcciones y remodelaciones importantes para una mayor comodidad a la hora de patinar, y surgió una generación que lleva el skate en la sangre. Alberto Bottaro es un joven que patina hace más de 10 años, estuvo en el estreno del Skatepark Bristol, corrió para distintas marcas locales y todos los días se despierta pensando en dos cosas: su hija y su skate.
“Hoy se hacen muchos más campeonatos que antes”, comentó Alberto, las marcas también colaboraron mucho. “La evolución del skate en Argentina fue y sigue siendo increíble”, a pesar de que en Buenos Aires “están el 70% de los skateparks”, también se ve que en varias provincias “hay chicos que la rompen”. Alberto empezó andando en el ACA (Automóvil Club Argentino), “es un lugar hermoso para patinar, con mis amigos siempre nos juntábamos ahí”.
SkateParks
Una de las claves que presenta Mar del Plata es la variedad de “spots” (lugares) que tiene para salir a patinar, ya no solo skateparks, sino que los ciudadanos encuentran todo tipo de lugares para hacerlo. Los más frecuentados suelen ser “La Bristol” y “La Mitre”, entre otros. A pesar de su abundancia, el deterioro de ellos es algo que en los últimos tiempos empieza a verse.
El último proyecto que se vio de la municipalidad fue el de una Escuela Municipal de Skate, para igualar las oportunidades y fomentar aún más el movimiento. Por otro lado la AMS (Asociación Marplatense de Skate), parece no encontrarse en funcionamiento. Sus redes sociales no hacen publicaciones desde el 2017 y no hay una gran difusión de actividades.
Actualmente en la ciudad, los skateparks siempre cuentan con una gran cantidad de chicos y chicas patinando en ellos. En las calles también suelen verse jóvenes o adultos con una tabla y es algo que no falta hasta en las peores estaciones del año. Mar del Plata es la ciudad del skate porque las personas que se encuentran dentro del movimiento no lo ven solo como un deporte, sino como un estilo de vida.
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