El Filete Porteño es un arte decorativo y popular que nace en Buenos Aires a fines del siglo diecinueve. Hoy, en Mar del Plata, pueden hallarse ejemplos de este estilo en fachadas y cartelería.
De los carros a las vidrieras
A fines del siglo XIX, con la llegada de los inmigrantes europeos, nace la técnica pictórica del Filete Porteño. En esa época se lo podía observar en los carros tirados por caballos que transportaban alimentos. Con el correr de los años, los soportes y motivos fueron variando. Así, practicado como un oficio, pasó de utilizarse en carros a decorar camiones y colectivos. Hacia mediados de la década de 1970, se empezaron a destacar trabajos publicitarios en carteles y vidrieras. Sin embargo, mientras ganaba espacio en el circuito del arte, lo perdía como oficio. Con la prohibición de la tracción a sangre en la década del ’60 y el cierre de fábricas de carrocerías por la entrada de camiones importados, se perdió uno de los soportes de mayor visibilidad. Por otro lado, el surgimiento de la tecnología del plotter desplazó el trabajo artesanal del fileteador. Por eso, con el fin de mantener vivo el estilo, los maestros fileteadores empezaron a dar clases. El incremento del turismo potenció esa revalorización. El filete se ofrecía como un producto artesanal típico, consolidándose como un elemento distintivo de la cultura popular porteña. Actualmente incorporado a otros soportes, el filete se recrea relacionando la técnica tradicional con la iconografía del presente.
Patrimonio cultural
Para 2014 el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires postuló al Filete Porteño como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Al año siguiente, la UNESCO aprobó dicha postulación, siendo la primera propuesta argentina en ser declarada (el Tango obtuvo su reconocimiento en 2009 en una presentación conjunta con Uruguay).
La técnica
Este estilo pictórico es definido como “arte popular” porque, entre otras razones, esta visible en el espacio público. A su vez, si bien su práctica requiere un complejo proceso de aprendizaje y destreza, nunca fue reconocido oficialmente como una arte plástica.
Ligado a la cultura porteña, el filete recoge símbolos de devoción popular como: ídolos religiosos, musicales y del fútbol, entre otros. Asimismo, rescata frases y refranes populares o del lunfardo.
Esta técnica busca crear diseños originales a partir de ciertos elementos tradicionales y reglas de composición visual. Entre otras características, se destaca por el uso de colores brillantes, el efecto de volumen creado por contraste de luces y sombras, y la saturación del espacio. Su repertorio de elementos en la ornamentación incluye hojas de acanto, espirales, volutas y filigranas. También son habituales cintas y moños, principalmente con los colores de la bandera argentina, flores y animales.
El Filete Porteño en Mar del Plata
El filete es ampliamente valorado en la ciudad de Buenos Aires y en gran parte de la Argentina. De modo similar, caminando por las calles de Mar del Plata, en diversas zonas, que van desde el puerto hasta el centro, pueden encontrarse diversos grafitis y carteles comerciales realizados en el estilo de filete porteño. Desde restaurantes, hasta negocios de barrio, hasta llegar a escuelas provinciales.
Los colores y la vistosa técnica llaman la atención de clientes y caminantes.
Se recomienda salir a caminar y sorprenderse al encontrar piezas desarrolladas en este curioso estilo artístico.
Enzo Tiribelli: artista del fileteado
Nacido en Mar del Plata en el año 1981, Enzo Tiribelli es un artista, fileteador, dibujante y pintor. En 1994, mediante la reproducción de imágenes, bocetos y ornamentos de los colectivos, inició la práctica del Filete Porteño. Mas tarde se perfeccionó en las técnicas de oficio de letrista. Para el año 1999 incursionó en el grafiti y desde el 2001 comenzó a graffitear en la Diagonal Antonio Álvarez, transformándola en la Diagonal de los Graffitis. Actualmente, trabaja de manera independiente como letrista y fileteador, en la producción de cuadros, carteles publicitarios y camiones. Para reconocer su obra, tan solo debe buscarse su firma.
