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Fellini: 8½ a más de un año de La Dolce Vita en cines

8½ - Sandra Milo E Marcello Mastroianni

A pocos días de la reapertura de las salas comerciales en Mar del Plata, comenzó la proyección de 8½ (Otto e Mezzo): el clásico de 1963. Quizás, la mejor película dirigida por Federico Fellini.
El film que se llevó el Premio del Festival de Moscú  y el Óscar en la categoría Mejor Película Extranjera en 1963, estuvo protagonizada por actores y actrices fetiches del director. Entre ellos, Marcello Mas­troianni en el papel protagónico como Guido Anselmi. Un alterego del propio Fellini que, por aquellos años, padecía de un fuerte bloqueo creativo (como en el argumento del film). En los papeles secundarios vuelve a trabajar con Anouk Aimée, Claudia Cardinale y Barbara Steele.

El cine de Federico Fellini

Pero esta no es la primera vez que el director nacido en Rimini, propone a Mastroianni para desentrañar a su alterego. Lo mismo sucedió previamente, en La Dolce Vita, cuando el actor interpretó a un periodista, tal como en los comienzo biográficos del propio Fellini.
Su obra encarna en sí misma un manifiesto. Impulsa consigo el final de la mejor etapa del cine italiano: el neorrealismo. Y en efecto, se luce con todo su esplendor, con su hechizo y su crepúsculo, otorgándole a la nueva etapa una firmeza inigualable, dicotómica, fresca.

Otto e Mezzo: la película

Inmersa en un profundo catolicismo que crítica a la institución clerical y su opulencia, 8½ se alimenta de contrastes. Su estética y capacidad narrativa vino a sentar precedentes de la mano de las películas de Luchino Visconti, Giuseppe De Santis, Vittorio De Sica y Roberto Rossellini (entre otros).
LLegó siendo la película número 8½ del director  (dado que en Boccaccio 70, sólo realizó una de las historias del film), y es aún hoy, una maravillosa masterclass sobre cine.

8½ - Matroianni En Ocho Y Medio
Marcello Mas­troianni en una de las escenas memorables de .

Esta es una película que contiene en sus entrañas muchas postales sociales de época: vida familiar, amistades, relaciones amorosas y de trabajo. Pero, a medida que Fellini las transita desde su propia subjetividad, las transforma en condición, en deseo, en arte.

La cámara y la foto

La fotografía de 8½, a cargo de Gianni Di Venanzo, hipnotiza. Se trabajó para el blanco y negro con una atractiva puesta de luces. Ésto, describe y nutre al argumento con representaciones de ensueño. Los paisajes oníricos devuelven al protagonista a su infancia, a sus amantes, a sus fuentes de inspiración y deseo. La búsqueda epifánica y la necesidad de creación, desvelan al protagonista, y le impiden ver aquello que busca. Mientras todos parecieran decirle “soy yo a quien buscas”, Guido corre instintivamente hacia algo o alguien que le ofrezca alguna verdad.
Los movimientos de cámara siguen a los personajes, que terminan vinculándose con el espectador de un modo íntimo y sugestivo. Por momentos, contiene largos planos secuencia en donde la cámara pareciera coreografiarse entre los actores y las actrices. Representa a los pensamientos del director, su asfixia, el ansia social. Por otros, un encuadre preciso y fijo, como una pintura, que llama a la reflexión y otorga intimidad.  

Las piezas históricas de Nino Rota

La exploración de Fellini proyectaba condensar rasgos del musical, del drama y del cine experimental; podemos decir que se trató de cine flellinesco en su máxima expresión. Y, a través del preciso trabajo sonoro en unidad con la imagen, logró darle a la obra el broche de oro.
La película está musicalizada por el gran Nino Rota. Nacido en Milán, fue uno de los más grandes compositores del séptimo arte. Es probable que los italianos Ennio Morricone (Cinema Paradiso, Érase una vez en América) y Nino Rota (El Padrino, Rocco y sus hermanos), hayan compuesto las obras más bellas de la cinematografía. En 8½ incluyó a Wagner, para crear la atmósfera que pretendía alcanzar el director.
En Argentina, tenemos su melodía más que presente. El main theme de 8 ½ es la canción que usó Susana Giménez en la apertura de su programa. Hubo en “la Su” una búsqueda constante vinculada a las películas de Fellini.

La película que intentó recuperar el atractivo fellinesco

Décadas más tarde, en el 2009, aparece una pieza fílmica en honor a 8½: Nine (Nueve o 9). Una lamentable búsqueda (esta vez sí en género full musical) de recuperar la historia de Fellini, homenajearla, reivindicarla. Sin embargo, provocó todo lo contrario. La obra carece de gracia. Contiene a un elenco co-protagonico extraordinario: Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard, Sophia Loren, Nicole Kidman, Judi Dench, Penélope Cruz, Stacy Ferguson y Kate Hudson. Esto último no fue suficiente, las composiciones no favorecieron a la trama y las actuaciones resultaron forzadas. Puede destacarse la interpretación de Marion Cotillard y de Sophia Loren, lo único valorable del film.

“El único realista de verdad, es el visionario”

No obstante, Fellini (y, por lo tanto, su alterego) es un inconformista en 8½. No le basta lo que puede verse, lo que está frente a nuestros ojos. La mundanidad es perecedera. Para él, las acciones más ordinarias deben estar envueltas en la insistencia del poeta. Y es ahí en donde Fellini propone una mirada del mundo exclusiva y al tope simbólica. No porque busque la perfección, quizás se trate sencillamente de su opuesto. Es en la imperfección (de las personas, de los sentimientos, de la creatividad) donde radican el movimiento y la verdad.

8½ - Escena De Baile En La Pelicula De Ocho Y Medio
Las escenas de las películas de Fellini fueron referentes para otros directores como Paolo Sorrentino. Esta escena del baile, fue homenajeada por el director Quentin Tarantino en su película Pulp Fiction.

Al tiempo que es poema, su trabajo es psico-antropológico. En él, desnaturaliza a su entorno, observa su propia intimidad desde la distancia. Es así como puede agudizar los sentidos en relación a sus deseos, inmiscuirse en su no-organización del inconsciente y hacer una de las mejores películas del mundo del cine.
Cuando Fellini dijo: “el único realista de verdad, es el visionario”, estaba describiéndose a sí mismo. Y, sin dudas, estaba hablaba sobre Guido Anselmi, el personaje director en la película 8½.

La proyección de 8½

El reestreno de 8½ se proyectó el pasado jueves 18 de marzo, y volverá a repartirse el domingo 22 a las 20.30 h con capacidad limitada. La venta de entradas se realiza a través de la ticketera de Cinemacenter para los Cines del Paseo.

El reestreno de La Dolce Vita en diciembre del 2019

A 60 años de su estreno, muchas pantallas comerciales de Argentina nos devolvieron la magia de La Dolce Vita.
Restaurada en 4K por Cineteca di Bologna, el filmvolvió a iluminar las nuevas pantallas de los cines, quizás con menos escándalos que en los días de su estreno, pero siempre con la apuesta de mostrarnos algo distinto, una crítica que tiene tanto de onírico como de real.

8½ - Escena Del Auto En Ocho Y Medio
La Dolce Vita es la película de Fellini más reconocida a nivel mundial.

Las primeras reacciones tras el estreno de La Dolce Vita

El 5 de febrero de 1960 se estrena en el cine Capitol de Milán, La dolce vita. Al día siguiente, a través del periódico del vaticano L’Osservatore Romano, el Monseñor Girolamo Bartolomeo Bortignon, ordenó un aviso Sacro que decía:
“(…) Avisamos a nuestra grey que comete PECADO MORTAL cualquiera que asista a funciones públicas o privadas del filme La dolce vita, e invitamos a la comunidad de fieles a unirse a nosotros en el ruego por la salvación del alma de Federico Fellini, público pecador. Aquellos que sólo por motivos de estudio quieran ver el filme, deben obtener dispensa especial de su confesor”. Un clásico del Vaticano de aquellos tiempos que venía aplicando censura al cine neorrealista, punzantemente crítico hacia el estado de las cosas y las banalidades sociales y culturales que ritualizaba la Iglesia y el capital.
Su estreno también fue motivo de discusiones en el Parlamento Italiano y escupidas a los actores Marcello Mastroianni y Anita Ekberg, protagonistas del film.

Una de las 100 mejores películas de todos los tiempos

Por supuesto que hoy su valoración es otra. La película fue restaurada luego de que Cahiers du Cinéma la posicionara en el puesto 59 de su lista “Las 100 mejores películas de todos los tiempos” y la reconozca como una obra sin precedentes de la historia del cine.
Se lo  merece, porque La Dolce Vita proporcionó algo más que buen cine, aportó un ojo crítico a la sociedad burguesa italiana de los 60. Apuntó, también, al mundillo periodístico dedicado al sensacionalismo sin importarle un ápice el padecimiento ajeno, y a la decadencia del espíritu rodeada de dinero y soledad. Además nos regaló el término paparazzi qué nació del fotoperiodista en La Dolce Vita, Paparazzo (interpretado por W.Santesso). La palabra se origina combinando ragazzi (el plural del italiano para decir muchachos), quedando paparazzi.

El Cinecittà, las locaciones y la Fontana di Trevi

Las locaciones de La dolce vita ocuparon diversos espacios naturales pero la mayoría, más de 80, fueron rodados en aquella ciudad levantada por Mussolini en su afán por competir con los estudios magnos de Hollywood, nombrada Cinecittà (ciudad del cine): una bestial ciudad de estudios en donde se han filmado las mejores películas de la historia del cine.
“Nací, vine a Roma, me casé y entré en Cinecittà. No hay nada más”, dijo Fellini a la prensa.  Las  locaciones urbano-naturales como, por ejemplo, las de la Fontana di Trevi, fueron rodadas de madrugada. Con un Mastroianni hipotérmico, que debió emborracharse para resolver la toma tras las repeticiones, y se fracturó el fémur en sus caídas.

Particularmente, la escena de la fuente (la más memorable internacionalmente), se vio envuelta en algunas cuestiones que retrasaron su rodaje. Una de ellas fue la suciedad de las aguas que tuvo que ser disipada por un colorante. Hoy, la fuente resulta un gran paseo turístico en parte gracias al film. Pero estas curiosidades sobre la realización de las escenas más importantes del universo cinematográfico son nimiedades, su importancia radica en la obra, en este caso, sin fin.
En Argentina, La Dolce Vita también nos dejó una Susana Giménez que intentó convertirse en la copia fiel de Sylvia (Anita Ekberg), a quien logró entrevistar en 1994. Sin embargo, quedó un triste testimonio de los últimos años de vida de Anita que conmovieron al mundo entero.

El origen de La Dolce Vita en la Divina Comedia

Dolce vita (vida dulce) tiene su origen en la Divina Comedia de Dante Alighieri. Es un canto que trata sobre una vía de redención cristiana: L’esperîenza di questa dolce vita e dell’ oposta (que traducido es: La experiencia de esta dulce vida y de la opuesta) y se cree que el director se ha inspirado en este pasaje para la creación del film.
La película de Fellini representa un poco el infierno que por los años 60 estaba viviendo Italia desde una onírica desbordada de decadencia, dentro de una burbuja etérea que pareciera embeber a los personajes en un mundo de riquezas y banalidad como un acta de defunción de la humanidad. Esta decadencia coexiste con la belleza y la elegancia, el refinamiento estético y hasta intelectual. Son, en definitiva, una misma cosa.

Ocho y medio - Fellini Y Mastroianni Grabando
Federico Fellini junto a su actor protagonista, rodando la escena final de La Dolce Vita.

Es así como la dolce vita y ll’ oposta de la Italia sesentista se encuentran y se relatan desde la experiencia del periodista Marcello, como alterego de Fellini. El ejemplo más explicito sobre esta dualidad es el personaje de Steiner (Alain Cuny) que, rodeado de afectos, padecía profundas obsesiones. Este papel fue inspirado en uno de los mejores escritores italianos del siglo XX: Cesare Pavese, compañero de colegio de uno de los guionistas de La Dolce Vita. Sus últimos versos decían: Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, su final fue igual del trágico que en la película.

Las primeras críticas y la posterior censura

Un mes antes de su estreno, el Fellini de 40 años, invitó al periodista Indro Montanelli a su casa en Roma para que vea el film. El resultado fue la primera crítica en el diario Il Corriere della Sera: 
Fellini, antes de ser cineasta, ha sido periodista. Y se sirve precisamente de un periodista para hilvanar los episodios del filme, describiéndolos a través de otros tantos sucesos de crónica que lo conducen a la exploración de la sociedad romana en todos sus estratos y barrios, desde el palacio del Príncipe hasta las cuevas intelectuales de Via Margutta, al apartamento de los nuevos ricos de Parioli, a los cafés de Via Veneto, a los tugurios de las paseantes de la periferia y los baldíos terrenos de los barrios del cinturón subproletario. (…) ¿Somos nosotros, esos tipos? Sí, somos nosotros, Dios nos perdone.”
Fellini había logrado uno de sus objetivos y lo pudo ver en la crítica Montanelli. Por supuesto que, más tarde, vino la censura.
La película fue protagonizada por Marcello Mastroianni, Anita Ekberg, Anouk Aimée, Yvonne Furneaux, Magali Noël y Alain Cuny. Su musicalización estuvo a cargo del gran Nino Rota. El trabajo inigualable del director de fotografía, Otello Martelli, hicieron de La dolce Vita un infierno, con sus siete días y sus siete noches agraciadas y decadentes, y que pudimos ver en los cines marplatenses, como un regalo, a fines del 2019.

Fellini: 8½ a más de un año de La Dolce Vita en cines ultima modifica: 2021-03-21T11:25:48-03:00 da Carla Duimovich Nigro

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