Cada vez que vamos a la playa los vemos ahí. Aunque el día esté nublado, haya 35° grados o tan solo unos pocos. Desde el inicio de la temporada y hasta el último día del verano. Desde temprano en la mañana y hasta las primeras estrellas de la noche, ellos cuidan las costas argentinas. Y Mar del Plata no es la excepción. A veces tienen la suerte de contar con una casita de madera. Pero, en otras tantas ocasiones, los vemos en una silla alta con poco o nada reparo del viento y de los fuertes rayos del sol. Estamos hablando -nada más y nada menos- de los guardavidas a quienes está dedicado cada 4 de febrero.
¿Por qué el 4 de febrero es el Día del Guardavidas?
Cada 4 de febrero se conmemora, a nivel nacional, el Día del Guardavidas. Tal efeméride se creó a partir de un suceso ocurrido en nuestra ciudad, Mar del Plata. Corrían los primeros días de febrero del año 1978. Guillermo Volpe contaba con solo 22 años. Era su segundo día de trabajo como guardavidas en Playa Grande. El sol se encontraba en lo más alto de la jornada. De un minuto para otro, la felicidad disfrutada por los turistas se vio opacada por un lamentable suceso. Cerca del mediodía, se encendió la alarma. Una de las personas que se encontraba en el mar furioso estaba en peligro. Tal vez sea una escena normal en la carrera profesional de todo guardavidas, pero ningún socorrista lo desea.
Un final inesperado
Inmediatamente, el “Chino” Volpe (como lo llamaban sus amigos y familiares) se adentró, junto con otros seis colegas, en las aguas costeras. Nadie podría haber imaginado cómo terminaría tal situación. En un primer momento, los turistas, que aguardaban en la costa, se alegraron al ver que el bañista junto a sus socorristas salían del océano. Sin embargo, los números no daban. Habían ingresado siete guardavidas, solo regresaban seis. Guillermo “Chino” Volpe no se encontraba entre ellos. Fue buscado durante cuatro largos días. Finalmente el 8 de febrero su cuerpo fue encontrado por un grupo de pescadores. Se convirtió, de este modo, en el primer socorrista argentino que falleció durante un rescate.
Un año después, sus compañeros y colegas se reunieron para conmemorar el primer aniversario y rendir homenaje al joven guardavidas. Luego de un tiempo, se erigió un pequeño monumento en la entrada del balneario donde había ocurrido el hecho. Allí es usual encontrar flores y ofrendas que recuerdan la memoria de Volpe. Desde un primer momento, los socorristas marplatenses fijaron la fecha como un homenaje. Sin embargo, debió transcurrir una década para que se estableciera oficialmente el 4 de febrero como el Día del Profesional del Rescate Acuático. O, como comúnmente lo conocemos, el Día del Guardavidas.
La importancia de los guardavidas
Forman parte del típico paisaje costero. Arena, sol, mar, caracoles, castillitos, olas, reposeras, ojotas, médanos y guardavidas. Sin embargo, no son un personaje más ni deben confundirse con el fondo. Los profesionales del Rescate Acuático cumplen un rol fundamental. Son entrenados y formados para “vigilar, prevenir, atender, supervisar, orientar y asistir técnica y profesionalmente a las personas brindando respuesta inmediata de rescate acuático y/o primeros auxilios de emergencia”. Tal como reza la Ley N° 27155. Mientras los veraneantes y turistas disfrutan de sus merecidos días de descanso, los guardavidas con “ocho ojos” tienen su mayor pico de trabajo.
No pueden relajarse. La mirada puesta en el mar y siempre preparados para salir al rescate. Por el ámbito donde ejercen y las condiciones, la actividad del guardavidas es considerada de alto riesgo. Deben orientar, asegurar, prevenir accidentes y aplicar primeros auxilios. Muchas son sus responsabilidades, los conocimientos y entrenamientos que deben poseer para actuar rápidamente y quitar del peligro inminente a las personas que se encuentren bajo su área de responsabilidad.
¿Cómo hacer su tarea más sencilla? Cuidados al entrar al mar
Aunque conozcamos la playa donde nos encontramos, sepamos nadar y tengamos experiencia en la costa, no debemos confiarnos. El mar a veces puede resultar traicionero. El ritmo de la marea cambia rápidamente y el suelo costero no siempre es uniforme. Siempre hay que ser precavidos a la hora de adentrarnos en el agua. Por ello, lo primero que debemos hacer es observar atentamente la bandera de los guardavidas. La codificación es sencilla: celeste (condiciones óptimas), amarilla con negro (precaución), roja con negro (peligroso) y completamente roja (Prohibición de baño).
Desde hace algunos años, podemos ver una nueva bandera: la negra con un rayo. Ésta indica que es urgente evacuar el mar y la playa por tormentas. Las banderas justamente tienen el rol de indicarles a los turistas el estado del mar. Además, siempre debemos estar atentos a las indicaciones de los guardavidas, evitar nadar en las zonas rocosas y cerca de los muelles. Asimismo, es recomendable no ingerir alcohol en la playa ya que altera el equilibrio, la coordinación y la habilidad para nadar, como así también reduce la capacidad del cuerpo para mantener el calor.
Rendir homenaje al rescatista es valorar su vida
Las banderas pueden ayudarnos bastante a conocer el estado del mar antes de sumergirnos. Pero no puede faltar nuestro sentido común. Debemos recordar que nadar en el mar no es igual (ni se acerca) a la actividad en una pileta. Las vacaciones son para descansar y disfrutar, pero también debemos cuidarnos. Entre el mar y la arena, estos centinelas siempre están atentos a los cientos de turistas que se sumergen en sus aguas. Su tarea no es nada fácil. Aun cuando confiemos en su presencia, debemos recordar que la vida del guardavidas vale al igual que la nuestra. Por lo tanto, es fundamental evitar accidentes innecesarios y no ocasionar situaciones completamente evitables. Solo así les rendiremos homenaje a su trabajo y a la memoria de Guillermo Volpe.
Autor de la imagen de portada: Facebook Ciudad Magazine.
¡Feliz día a todos los guardavidas del país!