Lo que comenzó siendo un pantano lindero al Puerto, donde no había más que “pozos de agua y yuyales”, es hoy uno de los acuíferos más ricos del país. Así recuerda Daniel Soldo aquel paraje donde iba a jugar de chico y él mismo atestigua en lo que se ha convertido, fruto de los años y del avance implacable de la naturaleza.
Hace más de seis años que Daniel se sumerge a ver con sus propios ojos el tesoro que se esconde en las lagunas de Punta Mogotes. Desde entonces, sueña con editar el material audiovisual que registró y convertirlo en una pieza de difusión y educación para el cuidado de nuestro patrimonio natural.
El “charco de agua” más rico del país
Daniel Soldo nació y se crió en el Puerto de Mar del Plata, en el seno de una típica familia italiana. Su padre era de uno de los sastres del barrio; su abuelo materno tenía una lancha amarilla y su abuela aplicaba inyecciones en la primera farmacia de la zona, propiedad de su tío.
La infancia de Daniel transcurrió entre juegos y exploraciones en los terrenos que hoy están integrados al Complejo de Punta Mogotes. Ya de adulto, ingresó por primera vez a una de las lagunas armado de kayak, luneta y esnórquel para cuidar a sus sobrinos. Por casualidad se topó con una fauna acuática impensada, y desde entonces comenzó un camino de ida con el objetivo de seguir conociéndola y retratarla para darla a conocer a otros.
“De ese descubrimiento pasaron más de diez años. Para poder sumergirme a bucear regularmente tuve que tramitar un permiso especial ante la Administración del predio, que me llevó mucho tiempo conseguir. Siento que desde el principio tuve trabas de parte de ellos”, comenta Daniel. Sin embargo, el deseo pudo más y al día de hoy contabiliza más de 120 horas de filmación subacuática. “Estimo que habré hecho unas 70 inmersiones nocturnas, y casi el doble durante el día”.
En cada exploración ratifica lo que presintió aquel primer día. “Soy instructor de buzo y conozco muchas otras lagunas de Argentina y el exterior. Considero que las lagunas de Punta Mogotes poseen una de las faunas más ricas del país, no solo por la cantidad de especies, sino por su calidad“.
En este humedal, Daniel filmó a un camarón de agua dulce al que persiguió durante horas para lograr una toma de diez segundos. Valió la pena, pues se trata de un ejemplar único.
Las lagunas de Punta Mogotes, de pantano a área protegida
Daniel demuestra ser un gran conocedor de la historia del lugar. El primer hito en la formación de este espacio tal como lo conocemos data de 1912, cuando comienza la extracción de piedra para la creación de las primeras escolleras. Esto dio lugar a la formación de vertientes que depositaban agua mineral proveniente de las Sierras de los Padres. Sin dudas, la acumulación de agua de lluvia también colaboró con el fenómeno de conformación de las lagunas.
Cuando se creó el complejo de balnearios de Punta Mogotes en 1978, estuvo la intención de secarlas artificialmente para construir las cocheras. Aún contando con la última tecnología traída del extranjero, no lograron sacarlas del todo. Finalmente, los estacionamientos quedaron a un nivel más bajo que las lagunas, por lo que suele haber desbordes en días de lluvia.
Daniel lamenta que, a diferencia de los terrenos donde actualmente está el club Aldosivi y el balneario Arenas Blancas, las lagunas de Punta Mogotes solo tengan el estatus de “área protegida”. Esto afecta a su conservación, e incluso favorece el desconocimiento generalizado sobre el tesoro natural que tenemos implantado en plena ciudad.
No se trata solo de lo que está bajo el agua, sino que todo el entorno constituye un hábitat único. “El agua de las lagunas tiene un excelente nivel de oxigenación que favorece la vida, lo cual atrae a numerosas colonias de aves migratorias. Sin embargo, la contaminación sonora suele espantarlas”, comenta Daniel.
¿Qué pasa con la contaminación de las lagunas?
Ante esta pregunta, Daniel considera que no es contaminación en sí, sino más bien basura, sobre todo botellas plásticas que serían fáciles de sacar ya que están en la superficie. En el fondo observó de todo un poco, desde “reposeras, alambres, tranqueras, chapas y hasta heladeras de playa”.
Según él, en un día de trabajo podrían retirarse sin demasiados inconvenientes. De hecho, presentó un proyecto ante el Concejo Deliberante local, pero no contó con el apoyo de la Administración de Punta Mogotes.
En relación con la protección del área, Daniel afirma que hay pesca indiscriminada que atenta contra la diversidad de la fauna ictícola.
Aunque hay quienes pescan con la intención de devolver los peces a la laguna, en muchos casos estos igualmente terminan muriendo. Incluso, le consta que se ha cazado una colonia entera de nutrias que vivían allí, dejando un solo ejemplar macho imposibilitado de reproducirse.
Él ve como una solución posible la constitución de un cuerpo de guardafauna provincial, que también controle la inmersión en las lagunas. “Aunque hay sectores que no son profundos, es igualmente peligroso por la presencia masiva de la gamba rusa, una enredadera acuática. Hoy está prohibido meterse, pero la gente lo hace”.
Un documental para “tocar el corazón”
El objetivo inmediato de Daniel es producir una película documental para mostrar la riqueza de las lagunas de Punta Mogotes. Desde hace un tiempo trabaja en equipo para ampliar y profesionalizar el registro audiovisual. Sin embargo, es consciente que más allá de sus buenas intenciones, hay cuestiones políticas en juego. “Acá siempre hubo ausencia del Estado, hay que negociar para ver qué conviene mostrar y qué no, porque la realidad es que nunca se hizo nada por su conservación”.
El equipo que hoy lo acompaña en su proeza está compuesto por un grupo que toma imágenes en superficie (incluido un drone), buzos, biólogos y profesionales ligados al Museo Municipal de Ciencias Naturales, la Universidad Tecnológica Nacional, la Escuela de Piscicultura de Necochea y la Escuela de Buceo. También hay grupos de scouts involucrados en tareas de limpieza.
Luego del registro in situ viene el reconocimiento de las especies. Para esto se apoyan en las fotos, en la toma de muestras y en algunas ocasiones, en el retiro de alguna especie puntual que luego es devuelta a su hábitat.
Algunas especies presentes en las lagunas de Punta Mogotes
A lo largo de sus múltiples inmersiones, Daniel ha visto una cantidad y variedad impensada de peces y animales marinos. Desde “carpas de colores de más de 20 kilos, tarariras, acorazados de 15 kilos, dientudos, pejerreyes y bagres”. También registró bagres cantores durante sus paseos nocturnos, tortugas, mojarritas de cinco variedades, viejas del agua, barrefondos y muchas más.
En ciertos casos, se trata de variedades introducidas artificialmente como son los peces de colores, que además resultan difíciles de identificar porque tienden a esconderse. También es habitual encontrar ranas en las inmediaciones de las lagunas.
Bienvenidos al fantástico humedal de Punta Mogotes, lagunas artificiales donde la naturaleza se abrió camino, dando lugar a un hábitat único.
PhotoCredit foto de portada: Daniel Soldo.
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