El título de la nota es también el subtítulo de “Mi mamá y Stephen Hawking”, el nuevo libro del escritor marplatense Carlos Balmaceda. En ella, el protagonista realiza un ejercicio de escritura tras cada visita a su madre diagnosticada con Alzheimer. Allí, pone en meditadas palabras sus propias angustias en relación a la enfermedad y las viscicitudes de la batalla diaria entre memoria y olvido. La madre pierde la memoria y su hijo se aferra a ella y sus recuerdos para dar sentido a su propia vida.
La obra también explora momentos y lugares de la historia de Mar del Plata, así como sensaciones recientes en relación al coronavirus.
Sobre el autor
Carlos Balmaceda es un prestigioso escritor, docente y columnista argentino nacido en Mar del Plata, donde se crió y vive en la actualidad. Es autor de la prestigiosa agencia literaria española Carmen Balcells. Sus obras se publican en Latinoamérica, Estados y España y se traducen a numerosos idiomas.
Su novela “La plegaria del vidente” fue finalista del Premio Planeta; está ambientada en Mar del Plata y fue llevada al cine. “Manual del caníbal” recibió un prestigioso premio en Francia como mejor novela del año en idioma español.
Desde el año 2019, Carlos Balmaceda se desempeña como Secretario de Cultura en el Municipio de General Pueyrredon.
Una obra que busca adentrarse en el Alzheimer, el poder de los recuerdos y el peso del olvido
Mezcla de diario íntimo, crónica y relatos cortos unidos por un mismo hilo temático, “Mi mamá y Stephen Hawking” describe con lujo de detalles el sentir del hijo, del que acompaña, de quien está en la diaria de una persona con una enfermedad neurológica y progresiva como es el mal de Alzheimer.
Allí donde y cuando la memoria empieza a flaquear y los recuerdos se desvanecen (puede que un día se recuerda una cosa, al día siguiente otra y al siguiente nada), es donde Balmaceda se propone recordar junto con su madre, en un intento porque sus identidades no se esfumen del todo.
El título del libro menciona a Stephen Hawking, una de las mentes contemporáneas más brillantes, quien sostenía que en todo existe “un hilo intagible que nos mantendrá ligados a los seres que amamos más allá del tiempo, la distancia y el olvido”. El olvido y su contracara (el recuerdo), así como el poder constitutivo de la memoria para hacer de cada individuo aquello que somos, desvelan al autor. A través de la intertextualidad pone en diálogo sus propias vivencias y las de su madre con Hawking. Y con tantos otros, que involuntariamente echan luz sobre el surco que traza la enfermedad en cada uno de ellos.
Mar del Plata es el escenario donde transcurre la historia de amor y de olvido
“Una madre que pierda la memoria, un hijo que quiere recordar con ella”: el libro es eso y más también. Como buen marplatense “nacido y criado”, el autor no omite citar lugares emblemáticos, calles y recuerdos anclados en la ciudad. Aproximadamente en la mitad del relato, reproduce un diálogo con su madre. Allí le cuenta la primera vez que estuvo en Asturias (española ella), a los pies del Mar Cantábrico. Con ese recuerdo trae otro, la sensación potente y perturbadora de “ya haber estado allí”.
“A donde voy Mar del Plata siempre viene conmigo. Y me doy cuenta de que todas las ciudades marítimas que conocí son siempre Mar del Plata, aunque hayan sido construidas con otras formas y diseños urbanos, y estén pintadas con otros colores e impregnadas con otras fragancias”. Una declaración de amor a la ciudad que cobijó a una, que vio crecer al otro.
La enfermedad y su relato, marcados por la pandemia
Intentando seguir la cronología de los encuentros narrados por Balmaceda, se entiende que comenzaron antes de que sobreviniera el coronavirus, cuando su madre ya llevaba un tiempo viviendo en un Hogar de monjas ubicado en la periferia de la ciudad. En los últimos capítulos del libro, el autor narra cómo la pandemia y el confinamiento supusieron un duro golpe para ambos, ya que sus fructíferos encuentros plagados de recuerdos se vieron abruptamente interrumpidos por demasiado tiempo.
Finalmente, la madre se contagia el coronavirus pero logra cursar la enfermedad sin mayores problemas. Sin embargo, la preocupación y la incertidumbre se redoblan en esas semanas hasta comprobar que no, que el COVID-19 no pudo con ella y con lo que quedaba de sus recuerdos.
Un reconomiento a la incansable labor de G.A.M.A. por la calidad de vida de pacientes y familiares de personas con Alzheimer
La primera edición de “Mi mamá y Stephen Hawking” editado por Eudem (Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata) es a total beneficio de G.A.M.A., Grupo de Autoayuda Mal de Alzheimer y/o enfermedad semajantes. Con la pandemia de coronavirus, la situación económica de esta institución que funciona desde hace más de 30 años se complicó aún más. Es que el Centro Integral de la Memoria funciona como centro ambulatorio para personas que sufren mal de Alzheimer; con el confinamiento se interrumpió gran parte del servicio y por ende mermaron los ingresos.
En G.A.M.A. se ofrece un abordaje integral e interdisciplinario a cargo de profesionales especializados, que acompañan no solo al paciente sino que también brindan contención a la familia y acompañantes de personas que padecen la enfermedad.
La edición del libro de Balmaceda a total beneficio de G.A.M.A. es solo una de las muchas acciones para apoyar su labor y visibilizar el valor de su trabajo en la comunidad marplatense. Hace unos meses se lanzó una impactante campaña de difusión en vía pública; también se sumaron personalidades de la ciudad, los medios de comunicación y la política a apoyar estas iniciativas. Podés conocer más de G.A.M.A. y cómo colaborar con la institución aquí.
Autor foto de portada: Fabián Gastiarena / Clarín.
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