Eugenia Zorzutti Spina es marplatense pero vivió gran parte de su vida viajando. Es actriz y gestora cultural. El pasado viernes 26 de mayo, en el marco de La Noche del Turismo de nuestra ciudad, Eugenia presentó en Villa Victoria el adelanto de Victoria Romántica, una función de arte performático que resguarda celosamente un profundo trabajo de investigación en relación a la vida y obra de Victoria Ocampo.
En esta entrevista nos detenemos en los inicios de Eugenia, en su cariño por Italia y en los interrogantes que la acompañan cuando piensa en Victoria, la escritora devota de La Divina Comedia de Dante Alighieri.
Eugenia, ¿cómo se fue construyendo tu deseo de ser actriz?
Estudié teatro desde muy chica y estudié danza desde más chica. Siempre estuve buscando un lugar en el escenario, un lugar para liberarme, para existir. Me gustan mucho los escenarios, mucho. Y creo que es un lugar muy potable. Así que lo estudié desde siempre con diferentes maestros acá en Mar del Plata, con Magenia Múgica, con Ana María Zaninetti. Y también canté en un coro. Creo que eso me empezó a abrir las puertas para unir el cuerpo y la voz en la escena. Así que a los 14 años empecé mi formación en la actuación, como intérprete de teatro, inicialmente en talleres de recreación teatral en el Séptimo Fuego. A partir de ahí decidí que quería ser actriz. Me fui a vivir a la ciudad de Tandil y por dos años cursé la carrera de Artes Dramáticas.
Después regresé a Mar del Plata y comencé a trabajar en la Secretaría de Cultura. En ese momento yo tenía 19 años. Me metí a estudiar educación, pedagogías alternativas y a seguir entrenando con la danza y con el teatro. Fue un tiempo como de impasse entre la Universidad de Tandil y mis viajes. En el 2014 empecé a viajar y estuve casi 9 años viajando por el mundo. Esto creo que no hubiera sido posible si no tuviera la ciudadanía italiana.
¿Cómo es tu relación con Italia y qué representa en tu vida?
Nací con Italia. Mi familia materna es súper italiana: navidades de 40 personas, tablones y fiestas, cantos y celebraciones. Fui a una escuela de origen italiano que se fundó en el puerto, La Sagrada Familia. Era una escuela de obra orionita, de curas, con italiano como segundo idioma. Así que también estuve cerca de la lingua desde chica aunque nunca la haya estudiado en profundidad. Capisco la lingua ma non la parlo tanto. Mi abuelo por parte de padre también es italiano venido del norte.
En el 2000 cuando explotó todo acá en Argentina, recuerdo que mi madre me sentó y me dijo: “mirá, Euge, lo único que puedo darte es la ciudadanía italiana y los idiomas”. La ciudadanía la agarré y los idiomas más o menos porque como dice el dicho “en casa de herrero, cuchillo de palo”. Mi vieja es profesora y traductora universitaria de inglés, así que por ese lado más o menos… Recuerdo hacer la fila en el consulado italiano que en ese momento estaba en la calle Viamonte y Colón, funcionaba en donde está la Villa Normandy. Recuerdo patente el momento en que me fui a sacar la foto para la ciudadanía. Desde ese momento tuve en claro esta suerte de libertad y este instrumento que con mucho cariño me daba mi familia.
Y ¿cómo fue la historia de tus antepasados italianos en la ciudad?
Siempre estuve muy interesada por mi árbol genealógico, por aprender de quiénes vengo, sobre qué hacían los que venían. Hubo muchas fotos dentro de mi familia. La de mi madre es parte de la familia fundadora del puerto de Mar del Plata. Forma parte de esos italianos inmigrantes que vinieron a buscar un mejor pasar luego de la guerra. Están dentro del Museo del Hombre del Puerto, Cleto Ciocchini. Entonces… siempre muy cerca de Italia.
En los viajes que hice iba un poco trabajando un poco viajando. Sorteé las posibilidades y eligí con mucho cariño y mucha artesanía los destinos que visité y que me movilizaban internamente. Pude ir a Italia, al norte, a conocer el pueblo de mi abuelo Onelio Zorzutti y a mi familia que queda allá, a mis primas Elena y María.
¿Cómo siguió tu recorrido académico?
Cuando regresé a Argentina, me anoté en la Escuela de Arte Dramático de Santa Fe. Estudié la Tecnicatura en Promoción Sociocultural con orientación al teatro, que se resume en el título de Gestora Cultural con orientación al teatro. Así que tuve una formación intensa de intérprete y también de gestión. Es muy linda esa carrera. Aún así, después de terminarla, en el 2019, viajé nuevamente (esta vez a Alemania y a España) y llegó la pandemia. La vuelta a Argentina fue motivada también por esa intención de estudiar para volver a irme. Así que eso es lo que estoy haciendo ahora. Volví a Mar del Plata hace unos meses y estoy haciendo la Licenciatura en Artes, y la voy a orientar también al teatro. Entiendo que en algún momento volveré a ir a Italia.
Contanos de qué se trata Victoria Romántica y cómo se compone
Victoria Romántica intenta ser un rescate entrelazado por las herramientas del teatro y de esta no tan nueva modalidad que surge dentro y fuera de los escenarios que es la performance. Es un fragmento de vida atravesado por herramientas teatrales, por el uso de algunos dispositivos escenográficos, de los instrumentos de la voz, del cuerpo y de los relatos poéticos para dar vida a esta mujer que ha sido muy magna y tan olvidada también ¿no?
Digo rescate porque su obra es una suerte de búsqueda del tesoro porque desde 1984, 1985, no es editada con total libertad. Hay algunas cosas que se vuelven a editar. Editorial Sur ha sacado alguna reedición de las revistas, algunos compendios de cartas, algunas obras de la correspondencia entre ella y otros escritores y escritoras, pero no su obra, su autobiografía y su testimonio. Como ahora me encuentro trabajando dentro de Villa Victoria y teniendo acceso a toda la información que me ha brindado el equipo de laburo, construí (no sola) este inicio de búsqueda del tesoro de Victoria Ocampo.
¿Cómo surge la idea? ¿Por qué Victoria Romántica?
Me hago preguntas sobre ella como ¿qué pasa qué es tan enjuiciada? ¿por qué no se edita? ¿qué le pasaba a ella con sus pasiones, con sus sentimientos? Siendo una mujer que nace en 1890 ¿por qué tiene tanto para decir? ¿Qué es lo que se fuga en esa familia que ella de alguna manera corporiza?
Decidí nombrarla Victoria Romántica porque considero que es un quiebre importantísimo de finales del siglo XIX principios del XX, es una referencia femenina, argentina, de una época. Como si fuera posible tocarla con mi voz, como si fuera posible conversar con ella, la proyecto de una manera romántica, con el ideario de la modernidad todo quebrado, a la manera de Pompeyo Audivert que dice que el teatro es una piedra, esa piedra que rompe el espejo… Y que el acontecimiento teatral entonces sería este piedrazo en el espejo. Por ahí va esta obra, que nace como una performance pero que tiene proyección de ser un trabajo más extenso y espero me sorprenda la mutación que vaya a hacer.
¿Cuáles son las lecturas que te acompañan en la creación de Victoria romántica?
Me apoyo mucho en todos los pensadores y en su obra. Me apoyo mucho en Victoria, en textos de Kafka, de Pompeyo Audivert; en formas que voy encontrando de llegarle al teatro, de llegarle a poner cuerpo y voz a los personajes. Pero no intento retratar, intento rescatar. Yo creo que a los personajes hay que rescatarlos y no retratarlos, porque de alguna manera los personajes universales se hacen carne en cada uno y representan etapas de cada uno. Entonces, si bien es un acercamiento, por ahora tímido y con una duración de 20 minutos, tiene la intención de ser un trabajo de investigación que proyecta devenir en el género Teatro Documental.
¡Qué linda entrevista! Muy interesante