Ivana Molina es marplatense, tiene 31 años y es Licenciada en Turismo. Hace un año partió a Europa para concretar su sueño de vivir viajando, y en ese plan Italia es un destino clave. Desde hace 3 meses trabaja en el “bel paese” a la par que viaja. Mientras tanto, ultimaba detalles para lograr su meta: obtener la ciudadana italiana, logro que alcanzó hace unos pocos días atrás.
Como broche de oro de esta aventura, invitamos a Ivana a compartir su historia y la de sus antepasados: de Siracusa a Mar del Plata, ida y vuelta.
La inmigración como posibilidad
“Tengo un vago recuerdo de la crisis de 2001 en Argentina, cuando muchos jóvenes dejaban el país en busca de mejores oportunidades… Yo tenía 11 años y uno de esos tantos jóvenes era mi tío”, comienza su relato Ivana.
La partida de su tío la acercó a otra, trasversal a todo su grupo familiar y que hasta entonces desconocía. “Recuerdo haber escuchado sobre una supuesta familia Italiana y otra española que yo no conocía; ver desempolvar carpetas con documentos amarillos, colección de estampillas, relatos de la guerra, viajes en barco, casamientos de último momento y fotos en blanco y negro”.
Esa familia italiana era la de su abuela materna Lucía, cuyo abuelo había emigrado a la Argentina en 1929 escapando de la guerra.
De Siracusa a Mar del Plata
“Mi bisabuelo Salvador Barcio, nacido el 24 de noviembre de 1901 en Siracusa (Sicilia), era hijo de Concceto Barcio y Bianca María. Concceto nació el 7 de diciembre de 1867 y llegó a Argentina el 3 de julio de 1935. Era un pescador de Siracusa. Luego de un tiempo en Argentina, mandó a llamar a sus hijos Salvador y Angel para que probaran suerte de este lado del Atlántico.
El 7 de junio de 1929 los hermanos partieron del puerto de Palermo en el barco Maso di Savoia rumbo a Buenos Aires. Su primer hogar fue una casa ubicada en la avenida Independencia y Moreno, en la ciudad de Mar del Plata. Todos los días, Ángel y Salvador caminaban desde allí hasta el puerto para trabajar y sentirse más cerca de su tierra lejana. Juntos compraron la lancha “Siempre María” y se ocupaban de todo lo relativo a la pesca, actividad de la que vivieron toda su vida.
Salvador se casó con Carmela Moscuzza en Italia, y luego retornaron para asentarse juntos en Mar del Plata. La casa de Salvador y Melina (el diminutivo de Carmelina) era un lugar de encuentro para todos los italianos que llegaban al puerto de Mar del Plata y querían construir una nueva vida.”
Ivana describe con lujo de detalles esa casa amplia enclavada en el corazón del puerto de Mar del Plata. Y con alegría, afirma que “hoy, después de 3 meses en Italia, puedo dar fe de que la casa de mi bisabuela Melina era una verdadera casa siciliana”.
El viaje a las raíces y el trámite de la ciudadanía
“Mi innato espíritu aventurero, mi curiosidad y mi amor por la historia y los viajes me llevaron a estudiar y recibirme como Licenciada en Turismo en la Universidad Nacional de Mar del Plata”, cuenta Ivana Molina sobre sí misma. También estudió fotografía y Marketing Digital, y con todas esas herramientas decidió probar suerte en el extranjero y cumplir su sueño de vivir viajando.
“Para eso, en 2016 comenzó oficialmente la búsqueda de todo tipo de documentación para tramitar mi ciudadanía italiana, con la cual podría emprender ese viaje prolongado.” Sin embargo, conseguir un turno para iniciar el trámite desde Mar del Plata se hacía imposible y demoraba sus planes. Así fue que decidió emigrar y tramitarla en persona en Italia.
“El 21 de junio de 2021 emprendí el viaje que tanto había deseado, con la intención de llegar primero a España para finalmente asentarme en Italia y comenzar mi trámite. Pero había un problema: mi carpeta no estaba lista para poder hacer el trámite en Italia y tenía que actualizar actas, volver a traducir, apostillar y esperar los nuevos tiempos administrativos post pandemia.
Estuve 8 meses en España (Barcelona, Mallorca, Islas Canarias) esperando a mi carpeta. Hasta que un día de marzo de 2022 recibí el mensaje que estaba esperando. Después de enviar cientos de mails a miles de comunas, finalmente tenía la respuesta para fijar residencia en Italia. A los días, mi hermana viajó desde Argentina con mi carpeta para iniciar el trámite juntas. Hoy 28 de junio de 2022 escribo estas líneas siendo oficialmente ciudadana italiana.”
pero sí la calle. Actualmente es una zona muy turística. Autor: Ivana Molina.
Una experiencia que vale la pena vivir
Si bien dice que no le gusta dar consejos ni recomendaciones, Ivana cree que compartir su historia es una forma de animar a otros a emprender sus sueños de emigrar y seguir de cerca el proceso para obtener la ciudadanía italiana.
Cuando le preguntamos por las similitudes y diferencias que encuentra entre vivir en Argentina y en Italia, Ivana dice que por momentos se siente muy parecido. “Son naciones hermanas que se influenciaron mucho y lo siguen haciendo; además, “siempre hay un argentino cerca”, porque somos muchísimos los que elegimos encarar la aventura de la inmigración. Pero a la vez cada lugar tiene su propia esencia y eso es lo maravilloso.
En 3 meses recorrí casi media Italia, de norte a sur pasando por toda la costa oeste. Cada pueblo, cada ciudad y cada región tiene su historia, su impronta y su ritmo de vida. Amo Argentina y por supuesto que siempre se extrañan los afectos, el dulce de leche, la juntada con amigos, el asado de los domingo… pero también amo recorrer el mundo y vivir cosas nuevas.”
A Ivana Molina la inspira la historia de sus bisabuelos italianos Salvador y Carmela. Cierra su conmovedora crónica evocando una vez más a sus antepasados y afirma: “Extrañar es el precio que se debe pagar para vivir la maravillosa aventura de lo inesperado.” Pueden seguir a Ivana y sus fotografías de viaje en su cuenta de Instagram @mirandomundos.
Autor foto de portada: Ivana Molina
Bel progetto
Qué lindo poder conocer las raíces y tomar la decisión de vivir viajando!!