¡Mar del Plata también gritó Argentina campeón!

La ciudad de Mar del Plata se vistió de celeste y blanco para celebrar el título de la selección. Tras 28 años, Argentina se consagró campeón de la Copa América, nada más y nada menos que tras ganarle a Brasil.

El gol que hizo temblar a la ciudad

Corrían 20 minutos del primer tiempo y la ansiedad comenzaba a crecer. El partido entre Brasil y Argentina no era uno más en el largo historial de enfrentamientos entre ambas selecciones. Ahí estaba el mejor jugador del mundo, con el sueño a cuestas de todo un país. Y junto a él, un equipo que luchaba por lograr el ansiado objetivo: traer la Copa América al país.
El silencio era estremecedor, “La Feliz” se encontraba aletargada y las calles completamente vacías. Hasta que Rodrigo De Paul tomó la pelota en la mitad de la cancha y dio un pase largo para “fideo” Di María que tomó la pelota y definió con un toque de esos que solo pueden realizar los diferentes. Ni bien la pelota cruzó la línea del arco, el país entero explotó en un grito al unísono que obviamente también se replicó en Mar del Plata.

A partir de ese momento, Argentina se envalentonó y pasó a dominar el partido con claras llegadas al arco rival; Messi estuvo cerca de convertir el segundo y Di María también tuvo otra clara definición que fue tapada por el arquero. Sin embargo, todavía faltaban 45 minutos para cantar victoria y el partido fue ganando en intensidad. A los 52 minutos, un disparo de Richarlison paralizó los corazones de todos los marplatenses y a lo lejos se escuchó algún que otro insulto. Los brasileros habían empatado el partido y los nervios comenzaban a crecer. Pero la última palabra no estaba dicha, y el árbitro anuló la jugada; Argentina seguía en ventaja.

Un grito guardado durante 28 años

La última vez que la selección mayor había levantado la Copa América había sido en el año 1993, 28 años atrás. Aquel equipo tenía como figuras a un joven Gabriel Batistuta, a un ya consolidado Oscar Ruggeri y al gran Alfio Basile como director técnico. A partir de allí, la suerte fue esquiva a pesar de que Argentina logró llegar a las instancias finales en varias oportunidades pero, por alguna razón, el corolario final no llegaba.
Y cuando muchos habían perdido las esperanzas, y ya había generaciones de padres e hijos que nunca habían visto a la selección campeona, llegó una nueva edición de la Copa América, bajo un contexto particular, en medio de la pandemia por el Covid-19. La sede iba a ser Colombia, luego se barajó la posibilidad de que se jugara en nuestro país y, finalmente, se decidió que se jugara en Brasil.
Con un técnico que llegó de manera inesperada y una renovación del plantel que trajo a varios jóvenes y solo dejó a algunos referentes, con Messi a la cabeza, renació nuevamente la esperanza que finalmente tuvo su recompensa.

Mar del Plata y sus celebraciones

Cuando el referí dio por finalizado el partido, los gritos se multiplicaron por doquier y mientras veíamos en pantalla a Messi arrodillado, llorando de alegría, comenzaron a sonar las bocinas, los fuegos artificiales y por un instante, todos nos unimos en un clima de alegría y jolgorio.
Las caravanas de autos y gente comenzó a llegar al Monumento al General San Martín y las celebraciones se extendieron hasta largas horas de la madrugada, con banderas flameando, cantos de cancha infinitos y la sonrisa de jóvenes, adultos, mujeres y hombres, niños y abuelos, todos gritando campeón. La Feliz, sonrió como nunca.