Nuestras acciones impactan. Todas y cada una de ellas, y a todos: amigos, familia, colegas, jefes, vecinos, a la naturaleza, a nuestra ciudad, provincia, país y planeta. Por ejemplo: el arrojar basura en la calle pone en movimiento una serie de acciones que acarrearán consecuencias para el medio ambiente y que, por ende, volverán a nosotros.
Tenemos que empezar por concientizarnos a nosotros mismos para salvar al mundo. ¿Están listos?
Las tres erres para regir nuestra rutina y cuidar al mundo
En junio de 2004, en la cumbre del G8, se presentó la iniciativa “La regla de las tres erres” con el fin de crear una sociedad orientada al reciclaje, que ha instaurado su día mundial el 17 de mayo. Básicamente, se trata de una propuesta sobre cómo manejar los residuos que producimos diariamente en nuestras casas e industrias, buscando ser más sustentables:
Reducir: referido a consumir menos. Se enfoca en evitar hacer compras de objetos que seguramente terminarán en la basura y a disminuir nuestro gasto de agua y energía, sobre todo considerando que la generación de esos bienes y servicios generan contaminación y desperdicios.
Reusar: este concepto resalta la necesidad de alargar la vida de los bienes, de utilizar las cosas al máximo, sin tener que tirarlas o destruirlas. Al reparar un objeto o hallarle un nuevo uso, se evitan adquirir nuevas cosas que, de por si, están hechas de materiales contaminantes.
Reciclar: se trata de rescatar lo posible de un material que ya no sirve para convertirlo en algo nuevo. Para conseguir un equilibrio entre lo que se produce, lo que se consume y lo que se desecha. Vidrio, cartón, papel, plásticos y materia orgánica son los materiales más trabajables.
La guía de los vagos para salvar al mundo
No todos están familiarizados con el concepto de Objetivos de Desarrollo Sostenible, sin embargo de modo indirecto, si los conocen. Establecidos por Naciones Unidas en 2016, ellos ayudan a cambiar el mundo, siempre a través de la cooperación entre los gobiernos, las organizaciones internacionales y los líderes mundiales. Sin embargo, todos podemos aportar al cambio. Desde la Guía de los Vagos para Salvar al Mundo se promueve empezar por uno mismo. Les brindamos algunas recomendaciones, con la invitación de que sigan investigando por su lado y hasta, ¿por qué no?, agreguen los que se les ocurran.
Nivel 1 – Desde el sillón
– Ahorren electricidad desconectando los electrodomésticos cuando no los utilicen.
– Apaguen las luces si no las necesitan.
– Paguen sus facturas en línea o a través del celular, para evitar el papel.
– Si ven una publicación interesante en las redes sociales, compártanla para que las personas de su red también la vean.
– Manténganse informados y compartan sus acciones con la comunidad.
– Investiguen y compren en empresas que sepan que aplican prácticas sostenibles y no dañan el medio ambiente.
Nivel 2 – En la casa
– Cambien las bombillas por aquellas de LED.
– Dejen que el pelo y la ropa se sequen de forma natural.
– Cuando laven la ropa, asegúrense de que la carga esté completa.
– Tomen duchas cortas. Las bañeras necesitan muchos más litros de agua.
– Coman menos carne y pescado. Se destinan más recursos para la obtención de carne que para el crecimiento de las plantas.
– Congelen los productos frescos y las sobras antes de que se estropeen.
– Preparen fertilizantes orgánicos con los restos de alimentos como abono.
– Reciclen papel, plástico, vidrio y aluminio.
– Compren productos que estén mínimamente empaquetados.
– Eviten precalentar el horno.
– Aíslen las ventanas y las puertas para aumentar la eficiencia energética.
– Sustituyan los electrodomésticos viejos por modelos que aporten un consumo energético más eficiente.
Nivel 3 – Fuera de la casa
– Donen lo que no utilizan.
– Planifiquen las comidas, hagan listas y eviten las compras impulsivas.
– Compren productos locales, apoyen negocios de la zona.
– Dejen la bolsa de plástico y empiecen a llevar bolsas de tela.
– Utilicen una botella de agua y una taza de café reutilizables.
– Circulen en bicicleta o caminando, evitando transporte público.
– Mantengan el auto en buen estado, para que emita menos gases tóxicos.
– Vacúnense y vacunen a sus hijos. Proteger a su familia de enfermedades también ayuda a la salud pública.
Nivel 4 – Desde el trabajo
– Vayan al trabajo en bicicleta, caminando o en transporte público.
– Asegúrense de que su empresa utilice tecnología de calefacción y refrigeración energéticamente eficiente.
– Alcen la voz contra todo tipo de discriminación en su oficina.
– Luchen contra la desigualdad.
– Asesoren a los jóvenes.
– Animen a su empresa a colaborar con la sociedad civil y a encontrar formas de ayudar a las comunidades locales.
– Manténganse informados sobre la situación de los trabajadores en otros países y las prácticas empresariales. Hablen con sus colegas.
De Mar del Plata al mundo
Desde Mar del Plata, hay acciones que se pueden desarrollar y que aportan su granito de arena a la causa del cuidado del mundo. Varias veces al año se promueven limpiezas de playas, en las que se recolectan colillas de cigarrillos, envoltorios de comida y papeles de todo tipo. Asimismo, se podría ser voluntario del banco de alimentos, iniciativa que necesitan personas para recolectar, clasificar y enviar comida que ha sido donada para comedores. Del mismo modo, se podría ser voluntario en ONGs o instituciones que se ocupen de asistir a niños o adultos en situación de calle. Y lo mismo puede aplicarse a asistir a refugios de animales. Seguramente, podrán hallar donde acercarse según la causa que más les interese. Oportunidades no faltan.
