Con la cuarentena y las medidas sanitarias generalizadas a nivel mundial, la vida normal de millones de personas se trastocó de un día a otro. Estas alteraciones incluyen el cierre de fronteras de muchos países; incluso el trasporte aéreo o terrestre está mayormente paralizado.
Si este es el año en que habías planificado hacer el viaje a la tierra de tus nonnos, la posibilidad de concretarlo en lo inmediato parece lejana. Sin embargo, vivimos en un mundo globalizado e hiperconectado que nos ayuda a escapar en parte a esos obstáculos. La cuarentena es un buen momento para preparar el viaje a las raíces y trasladarse con la mente y el corazón a esa tierra añorada, mientras esperamos que pueda concretarse en los hechos.
La cuarentena es una oportunidad para reconectarnos con nuestras raíces
Maxi Manzo es un abogado, gestor cultural y músico marplatense afincado en Buenos Aires. Su corazón también está en Italia, en el pueblo de sus abuelos que tuvo la suerte de conocer y al que vuelve en cada charla con sus nonnos.
La posibilidad de pasar estas semanas de confinamiento en familia hizo que esas conversaciones se vuelvan más frecuentes y que las anécdotas sumen nuevos detalles. El vínculo con sus “raíces locales” mantiene viva la llama y el amor por la tierra de sus antepasados, así como las ganas de volver un día al lugar que los vio nacer. De alguna forma misteriosa, esas tierras también nos marcan y determinan a las generaciones futuras.
Consejos prácticos para preparar el viaje a las raíces desde casa
Maxi está convencido que la cultura es un vehículo que acorta las distancias entre las personas y sus raíces. Entonces, vincularnos con el idioma, la gastronomía, los bailes, canciones y tradiciones típicas es una excelente manera de acercarnos a nuestros orígenes. En este sentido, las colectividades tienen un rol fundamental para aproximarnos a esas costumbres.
En una charla reciente vía Instagram, Maxi dio algunos tips concretos para viajar desde casa con destino a las raíces durante la cuarentena:
– Si tenés a tus abuelos, antepasados o familiares vivos aprovechá a conversar con ellos presencialmente o a través de las redes sociales. Muchas veces, un primer contacto por Facebook con un pariente lejano puede ser el desencadenante del viaje a las raíces.
– Google Maps es una excelente herramienta para aproximarnos al pueblo de nuestros ancestros, “caminar” por sus callecitas, ver cómo es actualmente y contrastar con los recuerdos y las impresiones de nuestros familiares.
– YouTube u otras plataformas audiovisuales tienen muchísimo material para conocer y acercarnos a nuestra cultura particular. Se pueden encontrar desde recetas, itinerarios turísticos, danzas típicas, aprendizaje y práctica del idioma y más.
– Tomar cursos online para aprender el idioma de nuestros antepasados es una excelente inversión de tiempo y nos abrirá una puerta enorme para vivenciar nuestros orígenes.
– Hay interesantes proyectos que nos ayudan a elaborar nuestro árbol genealógico para rastrear a nuestros antepasados y sus historias. Es el caso de Raíz italiana, que elaboró una guía de consulta y descarga gratuita en varios italiano y español.
El viaje a las raíces es un derecho y un deber
Interesarnos por el lugar del que venimos es un acto de amor. Honrar a los antepasados y a nuestras raíces es un trabajo cotidiano, personal y que se construye con gestos pequeños pero sostenidos, independientemente de la posibilidad de viajar.
El viaje a las raíces nos ayuda a completar nuestra identidad y acceder a un bagaje cultural que no sabíamos que teníamos. Es una oportunidad para constituirnos como verdaderos “ciudadanos del mundo”, más allá de tener una ciudadanía. Es asumir un compromiso con nuestros orígenes y ligar nuestra historia personal con una más grande, universal, que nos vincula con toda la Humanidad.
Hoy tenemos una oportunidad preciosa de ir al origen para proyectarnos hacia el futuro. El viaje a las raíces es un viaje hacia nosotros mismos que también puede hacerse desde la comodidad del hogar.
PhotoCredit foto de portada: Photo by Frank Vessia on Unsplash.
