La trágica muerte de Alberto Olmedo sorprendió a todos. El popular actor cayó del piso 11 de un edificio frente a Playa Varese el 5 de marzo de 1988. Se apagaba la vida de un artista clave en el humor en cine, teatro y televisión en la segunda mitad del Siglo XX.
“El Negro“, como se lo conocía popularmente, estaba cerrando la temporada teatral del verano marplatense, en la que había triunfado con Éramos tan pobres. Él era un visitante habitual de la ciudad, tanto para trabajar como para disfrutar de La Feliz. Ese mismo verano un hecho trágico ya había sacudido a Mar del Plata: el femicidio de Alicia Muñiz, pareja del ex boxeador Carlos Monzón.
En el departamento del piso 11 de Maral 39, Olmedo se había reunido con su pareja, Nancy Herrera. Acababan de reconciliarse, tras un romance de la actriz con un gran amigo de “El Negro”, el locutor Cacho Fontana. Esa noche Herrera le había confirmado que serían padres.
El actor del pueblo
Olmedo comenzó a hacerse enormemente popular en los años 60. Para los años 70 ya era una figura reconocido y en los 80 sus películas, sus obras de teatro y, especialmente, sus programas televisivos marcaban el humor argentino.
Pero también realizó muchas actuaciones para el público infantil. El Capitán Piluso, su personaje para los más pequeños, recorrió distintos canales y formatos entre 1960 y 1981. Junto a Humberto Ortiz, como Coquito, Olmedo divirtió a los chicos de varias generaciones.
Sin embargo, sus personajes humorísticos son los más recordados. Junto a Jorge Porcel, protagonizó innumerables películas que recorrían la comedia, el doble sentido y también la picaresca. Junto a actrices como Susana Giménez, Moria Casán, Adriana Brodsky, Beatriz Salomón o Silvia Pérez, rodó películas enormemente populares, aunque hoy sean criticadas por la cosificación de las mujeres en ellas.
Expertos en pinchazos, Los Caballeros de la cama redonda, Las mujeres son cosa de guapos o Te rompo el raiting, son algunos de los títulos de esas películas. Luego de la vuelta de la democracia en 1983, aparecería el ciclo sobre el Servicio Militar Obligatorio, que comenzó con Los colimbas se divierten en 1986. Dos días antes de la muerte de Alberto Olmedo se había estrenado su última película, Atracción Peculiar.
La televisión
Además de Capitán Piluso, realizó distintos ciclos humorísticos, casi siempre bajo las órdenes de Hugo y Gerardo Sofovich. Aunque debutó en Operación Ja-Ja, su programa más emblemático fue No toca botón. Lo protagonizó durante los años 80, junto a Javier Portales, César Bertrand y un elenco femenino que incluyó nuevamente a Giménez, Casán, Brodsky, Pérez y Salomón, así como a Susana Romero y Divina Gloria.
Allí realizaban diversos sketch que se harían tremendamente populares, como Álvarez y Borges, El Manosanta, Rucucu, José Refrán, entre muchos otros. Algunos de los personajes que realizaba Olmedo en esas escenas dieron lugar a películas como El manosanta está cargado.
La muerte de Olmedo
Aunque se especuló mucho sobre cómo se produjo el fallecimiento del actor esa noche de 1988, la Justicia determinó que se trató de un accidente. Así lo atestiguó Nancy Herrera. También coincidieron en su relato los vecinos del piso superior, que escucharon los intentos de la pareja para evitar la caída.
“¿Por qué ahora? Estábamos tan bien, nos íbamos a arreglar. ¿Por qué ahora, que estoy embarazada? ¿Por qué ahora, papi, por qué?”, gritaba Herrera minutos después frente al cuerpo de Olmedo. Un tiempo después, reflexionaba sobre la muerte del cómico: “Murió en el mejor momento de su vida, con la mina que quería y tomando champagne. Y no babeado en una cama hecho mierda”.
Olmedo había protagonizado esa temporada en el Teatro El Tronador con mucho éxito junto a algunos de sus compañeros de las últimas décadas, como Javier Portales, Susana Romero, Beatriz Salomón y Adrián Facha Martel.
Lo cierto es que las investigaciones llamaron muchísimo la atención de la prensa. Un departamento donde se encontró alcohol y mucho desorden dibujaba una noche de excesos. La vida de Olmedo terminaba a sus 54
