Los Dragones Atlánticos son el primer club que realiza esta actividad en la ciudad. Combinan el deporte de contacto moderno con la recreación de la Edad Media, sus armaduras, armas y técnicas de lucha.
El Combate Medieval nació en Rusia, hacia el año 2000. Rápidamente se popularizó en ese país y en toda Europa, y llegó a Argentina hacia 2013. Si bien la actividad empezó en Buenos Aires y Córdoba, rápidamente se sumaron clubes en Salta, Tucumán, Bariloche…y Mar del Plata. El club de La Feliz tiene su origen en 2015.
Se trata de un deporte de contacto, donde los participantes tienen que golpear a su oponente, pero que incluye un complejo reglamento sobre zonas y tipos de impacto. Pero lo característico de su práctica (y lo más llamativo) es que combinan esto con la recreación medieval, ya que se enfrentan con armaduras y espadas que replican la que usaban los caballeros europeos hace 800 años.
Claro que hay algunas adaptaciones. “Las espadas no tienen filo ni punta, y debajo de toda la estructura de la armadura podemos usar alguna protección adicional. También hay algunos leves cambios en el diseño de la propia armadura”, explica Ignacio Montrasi, fundador de los Dragones Atlánticos.
Sin embargo, en todos los casos deben seguir modelos medievales. “Hay un comité internacional que se ocupa de la historicidad de las armaduras. Deben seguir las pautas de las que están en los museos”, subraya. Es parte de una serie de organizaciones a nivel mundial que regulan esta práctica y que organizan periódicamente el “mundial” de la especialidad, el Battle of the Nations.
Entrenamiento y competición
Desde que comenzó el club, buscan darle cada vez más seriedad a la actividad, con entrenamientos todas las semanas y competiciones a nivel nacional e internacional. “No somos unos locos que nos juntamos a pegarnos con palos”, bromea Montrasi. Y agrega: “Cuando lo ves de afuera, pensás que es un deporte de brutos, en el que nos golpeamos todos. Es el mismo prejuicio que hay con el rugby. Pero en realidad tiene un trasfondo, una preparación física, una estrategia”.
En ese sentido, actualmente unas 50 personas forman parte de Dragones Atlánticos. Aproximadamente 30 practican el Combate Medieval y el resto forma parte de Comunidad Dragón, un proyecto para trabajar sobre aspectos históricos y culturales de la época.
Aunque la pandemia del COVID-19 complicó sus encuentros, entrenan tres veces por semana en el Club Lanús, en Jujuy 4300. “Hacemos una hora de preparación física, que incluye también formas de mover el cuerpo, y otra hora de técnica de lucha, que va variando según lo que querramos mejorar y la categoría en la que nos presentamos”, explica.
Con los años también han ido mejorando su práctica, tanto con el aporte de profesores de educación física o kinesiólogos que los ayudaron a optimizar su entrenamiento como con mejor equipamiento. “Al principio usábamos unas latas que parecíamos unos espantapájaros”, ríe Montrasi. Hoy, gracias a viajes que han hecho muchos al exterior y a conocer mejor lo que necesitan, cuentan con equipos mucho más completos.
¿Por qué lo medieval?
En Europa, estas recreaciones son parte de sus tradiciones y su cultura. Esto facilita algunas cosas, como la realización de las espadas, escudos y armaduras. En Argentina, sin embargo, el recreacionismo en ferias y mercados lleva muchos años de desarrollo. Cuando llegó el Combate Medieval, tenía dónde crecer.
“En lo personal, desde chico me interesaba la época. Tenía muñecos, miraba películas…todo empezó con el Age of Empires”, bromea Montrasi. Su recorrido no es muy diferente al de otros que se unieron a la actividad. “Existen muchos mitos, las películas venden mucho”, por lo que las actividades de formación y las charlas que realizan les resultan muy útiles para conocer mejor la cultura y las costumbres de la época que vuelven a traer al presente.
Quienes deseen contactarse con ellos o sumarse a la actividad, pueden hacerlo a través de sus cuentas en Facebook o Instagram.
¡Súper interesante!
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